Los Primeros Vínculos con Taylor's

Hasta bien entrado el siglo XX, el río Douro constituía el medio de transporte más práctico para viajar dentro de la región. Era también la única forma de transportar el vino desde las viñas a las bodegas de guarda de los exportadores, situadas en ciudad de Vila Nova de Gaia, en la costa Atlántica. Los barriles de vino de Oporto eran transportados río abajo en los legendarios rabelos, embarcaciones de fondo plano cuyos intrépidos barqueros eran especialistas en navegar los rocosos rápidos del río Douro. Sin aquellos barcos y sus tripulantes, el vino de Oporto, tal como lo conocemos hoy en día, nunca hubiera existido.

Así, en los primeros días del comercio del vino de Oporto, la cercanía al río principal ofrecía una ventaja práctica enorme. Consecuentemente, las propiedades de las casas de vino de Oporto, como la Quinta de Vargellas de Taylor’s, solían estar situadas en las márgenes del río Douro. La continuidad de la posesión de las propiedades y la metódica conservación de los registros escritos llevada a cabo por las empresas de vino de Oporto ayudaron a que la historia de estas quintas estuviera relativamente bien documentada. El caso de las propiedades localizadas en el valle del Pinhão es algo diferente. Hasta hace poco, estas propiedades pertenecían a familias de la región. Cuando las propiedades cambiaban de manos, los vendedores solían llevarse los registros que poseían, por lo que, a menudo, estos registros acababan por perderse o dispersarse.

Sin embargo, es mucho lo que se puede deducir a partir de los registros públicos. Se sabe que ya existían viñas en la Quinta de Terra Feita hace más de dos siglos y medio. Inicialmente, la quinta estaba formada por cuatro propiedades diferentes, dos viñas localizadas al norte, en la freguesia  de Celeirós, y dos viñas situadas río abajo en la freguesia de Provesende. El límite entre las dos freguesias, formado por un riachuelo conocido como Ribeira das Pias, jugó un papel importante en la demarcación original de las viñas de vino de Oporto realizada a mediados del siglo XVIII bajo la dirección del Marqués de Pombal. Como consecuencia, las cuatro propiedades no recibieron la misma clasificación o estatus. Sin embargo, las dos viñas de la freguesia de Celeirós, llamadas Terra Feita de Cima y Terra Feita de Baixo, que conforman hoy la mayor parte de la Quinta de Terra Feita, recibieron el estatus de "feitoria” en la primera clasificación, realizada en 1757.

La obtención del estatus de "feitoria” fue importante. No solo constituía un reconocimiento de la calidad superior de los vinos, sino que también autorizaba su exportación al lucrativo mercado inglés y establecía un precio de venta más alto; todo esto aseguraba que los dueños de las propiedades pudieran prosperar y que sus viñas fueran bien cuidadas.

Las cuatro propiedades permanecieron separadas durante más de dos siglos. En su guía de las quintas del Douro de 1941, Alcino Cordeiro hace referencia a las cuatro viñas de Terra Feita, dos en Celeirós, pertenecientes respectivamente a dos señores de Favaios (cuna del conocido vino moscatel y del famoso pan de Favaios), y dos en Provesende, una de las cuales era propiedad de una señora llamada Henriqueta Queiróz da Mota. Todas, excepto esta última propiedad, llamada Quinta das Motas en alusión a su primera dueña y a sus familiares de sexo femenino, fueron más tarde adquiridas por Taylor’s y consolidadas en una única propiedad que corresponde a la actual Quinta de Terra Feita.

Taylor’s comenzó a comprar vino de Terra Feita en la década de 1890. Todo indica que a principios del siglo XX la relación de la empresa con la Quinta de Terra Feita parece haberse intensificado. La empresa empezó a embotellar pequeñas cantidades de vino de Oporto Vintage elaborado exclusivamente con uvas provenientes de Terra Feita; lejanos precursores de los Vintage "single quinta” de la Quinta de Terra Feita de hoy. Taylor´s aún conserva en su bodega algunas botellas de estos vinos de Oporto Vintage de la Quinta de Terra Feita, comenzando por el 1905 y terminando por los de mediados de los años 30.

Aunque Taylor’s continuó comprando uvas de Terra Feita en las décadas siguientes, las diferentes propiedades que formaban la quinta cayeron en una larga y progresiva decadencia. Y si bien continuaban produciendo vino de calidad excepcional, sus rendimientos de producción fueron disminuyendo gradualmente a medida que las viñas se iban lentamente deteriorando. Se cree que hacia 1974 la producción de Terra Feita de Baixo era de apenas 15 pipas y la propiedad fue puesta en venta.