La precipitación en el invierno fue ligeramente superior a la media, seguida por una primavera muy seca y por más lluvia en junio. De julio a octubre casi no llovió y la vendimia que comenzó el 21 de septiembre se realizó en condiciones ideales.
También fue el año en que Alistair Robertson, el actual presidente de Taylor’s Port, lanzó el Late Bottled Vintage Reserva de 1965, creando el estilo LBV para el vino de Oporto tal como lo conocemos hoy.
Un núcleo granate profundo con un ribete de ladrillo empalidecido. La nariz aún es fuerte, joven, con notas de regaliz, pasa, abrillantador para botas y un poco de hierba de limón. Muy bien definida. En la boca es de mucho cuerpo, con taninos firmes, muy coherentes con excelente madurez: fresa salvaje, hierba de limón, humo y támaras, con un final muy largo y persistente. Este vino tiene una naturaleza innata.
Tiene tal peso en el final que envejecerá muy bien pasados otros 20-25 años en botella.
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