El inverno de 2003/2004 fue muy seco, registrándose apenas un tercio de las lluvias caídas en el invierno anterior. La falta de agua durante el inicio de la temporada de crecimiento hizo que la presión de las enfermedades fuera baja.
En julio nuestra preocupación se centró en si las vides tendrían la capacidad de madurar adecuadamente las uvas debido a la drástica escasez de agua.
La vendimia se caracterizó por las condiciones de tiempo perfecto. Los vinos de Oporto producidos mostraron buena estructura y aromas muy frescos a frutos silvestres, consecuencia del período de maduración más frío que lo normal.
Vino inmensamente concentrado, con aromas de intensa fruta negra y chocolate negro amargo. Da la sensación de ser un vino reticente que está esperando expresarse. Llena completamente la boca – casi arrollador en su intensidad. Después, una gama de sabores golpea los sentidos – chocolate negro amargo, ciruela negra madura e intensa, cereza, arándanos azules y mermelada de zarzamora. El vino es masticable, carnoso, lleno de garra. A pesar de su gran estructura, el equilibrio está bien afinado, por lo que la sensación es la de un vino con enorme fuerza, aunque también con gran delicadeza y elegancia. Sabores de casis, zarzamoras, regaliz y melaza tientan el paladar, con un final que es deliciosa y placenteramente largo.