El invierno de 2008 fue más seco y más frío que lo normal. En la localidad de Pinhão solo cayeron 258 milímetros de lluvia entre los meses de noviembre y marzo.
Afortunadamente, abril fue un mes húmedo, lo cual permitió la suficiente reposición de las reservas subterráneas de agua. La floración tuvo lugar bajo condiciones de tiempo húmedo y frío. Como consecuencia, el cuajado de todas las variedades de uva fue deficiente, lo que dio como resultado rendimientos más bajos, pero uvas con gran concentración de sabor.
Las temperaturas de la temporada de crecimiento de 2008 fueron notablemente similares a las de 2007 – fueron más bajas que las promedio y el mes de agosto fue templado. La maduración final de las uvas fue mejorada en gran medida por las lluvias registradas entre los días 4 y 7 de septiembre y por un aguacero que cayó justo antes de que arrancara la vendimia.
La vendimia comenzó el 20 de septiembre en Vargellas. Una características clave de toda la vendimia fue la combinación de días calurosos y noches frías; condiciones de tiempo perfectas no solo para la maduración final de las uvas, sino también para las tasas de fermentación.
Los niveles de azúcar de las uvas comenzaron siendo bajos, pero aumentaron progresivamente a medida que la vendimia iba avanzando.
Negro como la tinta, con vivo ribete púrpura. Nariz compacta y elegante, con intensos aromas de grosella negra y bayas silvestres que envuelven firmemente un núcleo oscuro de regaliz y melaza. Este fondo denso es revestido por sutiles notas de té, pétalos de rosa, tomillo y madera exótica, con atractivos y frescos toques de uvas que van emergiendo a medida que la nariz se desarrolla. Como es habitual en los Vargellas, la nariz muestra excepcional pureza y resolución, pero es seductora en su complejidad. En la boca, los taninos están bellamente integrados y son aparentemente sutiles, pero su fibra firme se hace evidente en el largo final, el cual está lleno de sabor de intensa fruta de baya negra.