La temporada de crecimiento de 1998 empezó siendo extremadamente húmeda. A un invierno húmero le siguió una primavera fría, pero en mayo llegó el calor. Los registros apuntan un crecimiento de los pámpanos de 40 cm durante la semana del 8 al 11 de mayo.
A pesar del inicio lento de la temporada de crecimiento, las condiciones de tiempo permitieron una buena recuperación de las canopias, que resultaron sanas y vigorosas, y que continuaron así por más tiempo que lo normal. Desde la floración y hasta el arranque de la vendimia no se registraron lluvias.
Todo julio fue caluroso, siendo la temperatura promedio de este mes una de las más altas registradas en la historia. Las dos primeras semanas de agosto fueron extremadamente calurosas, con temperaturas durante el día superando los 40 ºC.
En la segunda quincena de agosto y a principios de septiembre las temperaturas volvieron a los valores normales para la región, con días cálidos/calurosos y noches templadas.
El tiempo durante la vendimia fue complicado, registrándose precipitaciones casi todos los días. A pesar de esta lluvia, las uvas resistieron bien y casi no hubo racimos afectados por la podredumbre.
Rubí profundo, con fino ribete de color teja. Encantadora calidad aromática. Nariz de mermelada de cereza y grosella negra revestida de violetas. Toques de melaza y humo de madera. Sólido Vargellas, con centro de cereza y grosella negra cubierto de chocolate. Final suave y persistente, con notas jóvenes y frescas.