En las mejores armonías de vino y comida hay siempre algún tipo de relación. Por ejemplo, ostras frescas con un Muscadet vibrante o un estofado suculento con un Barolo de mucho cuerpo. Sin embargo, toda regla tiene sus excepciones y éstas, a menudo, pueden convertirse en las armonías más interesantes.
Uno de estos casos es el vino de Oporto y el queso. Los perfiles de sabor del queso (salado) y del vino de Oporto (dulce) - ambos lo suficientemente fuertes como para no ser ofuscados por el otro - caen en extremos opuestos en lo que se refiere al espectro del sabor, actuando de forma complementaria, ¡más o menos como un buen matrimonio!
Contrastar los sabores es apenas una de las posibilidades de esta maravillosa experiencia que es la armonización de vino y comida. Esta sección tiene como objetivo proponerle algunas armonías basadas en los perfiles de sabor que harán que este estilo de vino increíble se destaque al máximo en sus comidas.
En algunas partes del mundo, el vino de Oporto se bebe a lo largo de toda la comida. Sin embargo, esto puede ser un poco extremo. Nuestra sugerencia: los momentos clave para el consumo son aquellos que permiten apreciar el perfil de sabor que cada uno de los vinos de Oporto puede ofrecer.
No se limite a beber vino de Oporto en los meses más fríos. Tenga en cuenta los diferentes estilos de vinos de Oporto que existen y verá que puede beber vino de Oporto los 12 meses del año. No dejamos de beber vino tinto durante el verano o vino blanco durante el invierno; entonces, ¿por qué no habríamos de poder beber vino de Oporto a lo largo de todo el año?